La Humildad
Esto se refiere a nuestra habilidad de hacer veraz, el
reinado del Padre Eterno a través del Mesías en todo el mundo y en nuestros
propios corazones. La manera de hacer esto es mediante el reconocimiento de que
nuestras misiones, que son de significado infinito. Al mismo tiempo mantenemos
la humildad que resulta de saber que sólo podemos ver como propio un pequeño
trozo de infinidad.
Los Sabios hacen una pregunta fundamental: ¿Por qué la Toráh fue entregada en el desierto?
Y la respuesta es, Por que el desierto posee la condición de
“Hefker” que significa: Sin dueño, vacío.
Una copa llena no se puede llenar. Cuando tú estás lleno de
ti mismo y de tus propias necesidades, "Yo y nada más", no hay lugar
para más. Cuando te "vacías" ante algo más grande que tú, tu
capacidad de recibir se incrementa más allá de tus supuestos límites previos.
La humildad es la llave para la trascendencia, para llegar más allá de ti
mismo. Sólo la verdadera humildad te da el poder de la objetividad total.
Humildad es sensibilidad. Es la vergüenza sana que resulta de
reconocer que puedes ser mejor de lo que eres y que puedes esperar más de ti
mismo.
La humildad no debe confundirse con debilidad y falta de
autoestima. Humildad es reconocer claramente tus cualidades y fortalezas, y
admitir que no son propias, que te son dadas por Adonai para un propósito más
elevado que simplemente satisfacer tus propias necesidades. Humildad es
reconocer lo pequeño que eres en comparación con El Señor, lo que te permite
tomar conciencia de cuán grande puedes llegar a ser. Y eso hace a la humildad
tan formidable.
La Humildad es la habilidad de ser objetivo con respecto a la
posición de uno mismo en relación con los demás. Si estoy en la posición de
guiar, entonces debo hacerlo. Si no, debemos dejar el puesto a alguien más.
Debo saber dónde estoy parado, y no tomarme libertades que no me fueron
entregadas.
Filipenses 2:5-8 “Considerad entre vosotros lo que hubo
también en Iehoshúa el Mesías, el cual, existiendo en forma de Elohim, no quiso
por usurpación ser igual con Adonai, sino que se despojó a sí mismo tomando
forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y hallándose en la condición de
hombre, se humilló a sí mismo al hacerse obediente hasta la muerte, y muerte
del madero”.
La humildad es superadora y una condición necesaria para
desarrollarnos espiritualmente. Muchos la consideran el sustento del resto de
las virtudes porque consideran que solamente a través de una actitud que asume
defectos y limitaciones y no hace gala de sus logros es que la persona podrá
superarse en la vida en todo aspecto.
Mientras más alto llega una persona espiritualmente, más
humilde es. Mientras más nos acercamos a Adonai, nos volvemos más conocedores
acerca de nuestras limitaciones, vulnerabilidad y mortalidad. Interiorizamos la
verdad de que la posición de cada ser humano no es infinita y que sólo Adonai
es Eterno. Moisés fue llamado "el más humilde" porque cuando estuvo
frente a Adonai él supo su lugar. Todo lo demás le resta lugar a Adonai. Es por
esto que se compara la arrogancia con adorar ídolos; ambos alejan la presencia
de Adonai
La humildad tiene que ver con ese concepto de unanimidad que
aparece en la escritura como una de las condiciones que el Eterno puso y pondrá
siempre para poder entregar su Torah, si él es nuestro Padre y todos en Israel
somos hermanos, debemos ser humildes a la hora de asociarnos con los demás en
función del Padre en común que tenemos.
Efesios 4:2 “Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos
con longanimidad unos a otros en amor”
Romanos 12:16 “Teniendo el mismo sentir los unos con los
otros, no siendo altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en
vuestra opinión”
1 Pedro 5:6 “Sed humillados, pues, bajo la poderosa mano de
Adonai, para que os exalte a su tiempo”
Los Sabios dicen que lo único que podemos tener en exceso es la Humildad.
Mateo 5:5 “Dichosos los humildes, porque recibirán la tierra
como herencia”.
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