La Bondad
Hoy en día vivimos en una sociedad en donde todo el mundo se preocupa mucho por sus derechos: "¿Qué beneficio hay para mí?, ¿Qué puedo obtener de esto?”
Por el contrario, la perspectiva de la Toráh es siempre desde el punto de vista de la responsabilidad, de nuestro deber como hijo.
Toda persona que es buena de corazón expresa su bondad hacia los demás y obviamente puede ser buena para con sus semejantes.
Bondad: “cualidad de bueno, excelencia moral, comportamiento virtuoso, inclinación a hacer el bien”.
En la verdadera bondad no existe ningún vestigio de maldad o corrupción. Es una cualidad positiva, una inclinación natural a hacer el bien, un interés activo en el bienestar de otros.
El Eterno es el mejor ejemplo de bondad, y la muestra de maneras muy diversas, incluso a los desagradecidos e inicuos, animándolos así al arrepentimiento.
Lucas 6:35 “Más bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y dad prestado no esperando nada, y vuestro galardón será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bondadoso hacia los ingratos y malvados”.
Bondad implica misericordia, bondad amorosa y verdad, pero no tolera la maldad ni coopera de ninguna manera con ella.
La bondad es una cualidad de la que cada hijo del Eterno tiene que revestirse.
Colosenses 3:12 “Por tanto, vestíos como escogidos de Elohim, santos y amados, de sentimientos entrañables de compasión, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de longanimidad”
La bondad incluye el hecho de ayudar desinteresadamente, a todos, con amor y generosidad. El Talmud dice que el odio gratuito entre los judíos provocó la destrucción del Templo en Jerusalem. Por lo tanto, es sólo a través del amor incondicional que nuestro prometido futuro se construirá.
Seamos parte de esa construcción. Evidenciemos la bondad del Eterno con nuestros actos
Efesios 4:32 “Sed bondadosos los unos con los otros, compasivos, perdonándoos los unos a los otros como también Adonai os perdonó en el Mesías.”
Debemos hacer el bien en especial a los que forman parte de nuestro pueblo, pero también debemos manifestar bondad a todos los demás.
3 Juan 1:11: “Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Elohim, el que hace lo malo, no ha visto a Elohim”.
Debemos imitar a Elohim. Pero, ¿qué es lo que realmente "hace" nuestro Padre que debemos emular? Nosotros sabemos que Él, siendo infinito, no tiene absolutamente ninguna necesidad.
Él no creó el mundo por diversión, ni como un experimento científico, ni tampoco porque se sentía solo. Algunos aseguran que el Eterno creó el mundo porque no existía nada ni nadie fuera de Él, es decir, no tenía la posibilidad de "dar". Por lo tanto, el propósito principal de la creación es entregar bondad a otros. De este modo, la forma más profunda que existe de emular al Eterno es a través del acto de dar.
Nuestros sabios enseñan: “La esencia de la bondad es la propia Toráh”.
Salmos 119:66-68 “Enséñame a discernir y a entender, Porque en tus mandamientos he creído. Antes de ser humillado, yo erraba, Pero ahora, guardo tu palabra. Bueno eres Tú, y bienhechor, Enséñame tus estatutos”.
0 comentarios:
Su opinión es importante para nosotros, la tomaremos en cuenta.