jueves, 3 de mayo de 2018

El Agradecimiento

Dar gracias y estar agradecido tiene que ver con reconocerle a otra persona, o a nosotros mismos, alguna acción o manifestación que valoramos positivamente. Pero si prestamos atención a los detalles, hay una diferencia sustancial y sutil a la vez. Entenderla es una clave para tejer mejores relaciones entre El Eterno y nosotros y entre nosotros mismos.

Cuando damos las gracias estamos cerrando una relación. Cuando estamos agradecidos, la mantenemos abierta y en movimiento.

Si en lugar de “dar las gracias” vamos un poco más allá y estamos agradecidos de forma auténtica y profunda, no queremos que esa relación se termine. Buscamos la manera de extenderla para mantener esa relación viva.

¿No es esta una manera más profunda de reconocerle al Eterno, a nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros amigos lo que nos ofrecen a cada instante?

Si lo pensamos bien, no es un detalle de lenguaje. Es un asunto de actitud y disposición a conectarnos con todo aquello que nos rodea.

Aunque si es por jugar con el lenguaje, en vez de dar las gracias, usemos el verbo “agradecer” en gerundio. Así podemos vivir agradeciendo, lo que trae como consecuencia que mantenemos abiertas todas las puertas para seguir dando y recibiendo a manos llenas, en todo momento.

Se conoce como gratitud a un sentimiento de reconocimiento o agradecimiento que una persona tiene hacia quien le ha hecho un favor.

La gratitud como valor es una virtud cuyo objetivo es agradecer alguna ayuda recibida. La gratitud viene acompañada de otros elementos como el amor, fidelidad, amistad, y la persona muestra afecto a través de acciones o palabra concretas.

La gratitud es sumamente importante entre las relaciones humanas, en la que ambas partes se turnan en dar y recibir con el objetivo de alcanzar una sociedad mancomunada y solidaria entre los individuos que la forman. 

Dentro de la escritura El agradecimiento más que un sentimiento es una acción concreta de aquel que entiende el valor del favor que se le ha hecho.

La gratitud es una práctica sagrada, una forma de conocer y agradecer a Adonai. La gratitud eleva nuestros espíritus, cambia nuestra perspectiva y suaviza nuestros corazones. Cuando somos agradecidos, somos humildes, estamos despiertos y maravillados. La gratitud nos ayuda a apreciar lo que sí tenemos en vez de enfocarnos en lo que no tenemos.

Hebreos 12:28 “Por lo tanto, puesto que hemos recibido un Reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella podamos ofrecer servicio que sea agradable a Adonai, con reverencia y temor”.

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