Contando el Omer

El mandamiento de contar el Omer es uno de los preceptos más curiosos de la Torá. Se nos pide contar los 49 días entre Pesaj y Shavuot a pesar de que, por supuesto, el número de días nunca cambia. Es por eso que, en el cumplimiento de esta mitzvá, que requiere un esfuerzo continuo, el proceso es en sí mismo valioso.

Examinemos ahora los vínculos con Adonai que nos hacen Espirituales -  Siete aspectos expresivos de santidad. Cada uno de estos siete aspectos se relaciona con una de las siete semanas de la cuenta del Omer.

1. “Amor".

Mientras que los impulsos del cuerpo están dirigidos hacia uno mismo, los impulsos del Neshamá están dirigidos hacia afuera, hacia otros. Nosotros amamos a quien le entregamos porque ellos confirman la existencia de nuestra espiritualidad. Nosotros vemos nuestro ser más elevado reflejado en ellos.

2. “Dominio Propio".

Esto se refiere específicamente a fortalecer el Neshamá de uno para sobrepasar los obstáculos que están delante. Nosotros tenemos la capacidad de vivir por nuestras metas, y para hacer los sacrificios necesarios para obtenerlas. La meta final de cada Creyente en el Mesías es ser una fuente de luz. En función de llegar a este fin, debemos someter nuestro ego y nuestros deseos a la inspección minuciosa de la Torá de Adonai.

3. “Verdad".

La belleza es creada a través de la armonía y el contraste - eso es, cuando nosotros hacemos una "unión". Cuando nos convertimos en personas con el valor de la verdad, nuestras palabras, pensamientos y acciones se unen. Cuando mentimos caemos en nuestro deseo animal de la comodidad y la facilidad. Cuando decimos la verdad, nos reconectamos con la realidad trascendental de Adonai y elegimos ser auténticos como seres espirituales.

4. “Gozo"

La fuente de Salud y belleza que el Padre nos ha dado es la Alegría. Como atributo del Espíritu de Santidad el gozo es una de las vivencias que debemos llevar donde vayamos.

Proverbios 15:13 “Un corazón alegre hermosea el rostro, Pero el dolor del corazón abate el ánimo”.

Proverbios 18:14 “El buen ánimo sostiene en la enfermedad, Pero el ánimo abatido, ¿quién lo soportará?”

5. “Agradecimiento”

Como seres humanos nosotros podemos ser movidos por el Agradecimiento, ya sea que su fuente esté en lo espiritual o lo físico. Nuestra habilidad para ser verdaderamente sensibles en este sentido es lo que nos inspira a expresar agradecimiento. Frecuentemente nos resistimos a permitirnos ser agradecidos por la fragilidad de nuestra autoestima. Cuando nosotros comenzamos el día con las palabras Modé Aní – "Te agradezco" - estamos expresando nuestro agradecimiento al Padre, y simultáneamente nos vemos a nosotros mismos como creaciones merecedoras de vida.

6. “Bondad".

Esto se refiere a nuestra habilidad para vincularnos. Este aspecto es llamado “Bondad" porque es la fundación misma de todas las interacciones. Lo que nosotros finalmente buscamos en las relaciones es bondad. Inevitablemente si tendríamos que elegir una característica en una futura pareja, sería una característica espiritual. Para algunos de nosotros sería la compasión, para otros sería la honestidad o la sensibilidad. Si nosotros vemos nuestro propio bien reflejándose hacia nosotros, nosotros amamos a la otra persona aún más. Lo que esto nos está diciendo es que lo que estamos buscando en última instancia, es un vínculo espiritual. Nosotros estamos buscando el Rostro del Eterno.

7. El atributo final es “Humildad".

Esto se refiere a nuestra habilidad de hacer real el reinado de Padre Eterno a través del Mesías en todo el mundo y en nuestros propios corazones. La manera de hacer esto es mediante el reconocimiento de que nuestras misiones son de significado infinito. Al mismo tiempo mantenemos la humildad que resulta de saber que sólo podemos ver como propio un pequeño trozo de infinidad.

Las siete semanas entre Pesaj y Shavuot tienen el potencial espiritual para darnos la habilidad de hacer que nuestras vidas se desarrollen. Nosotros podemos hacer que cada día cuente, y lograr ser más Espirituales de lo que jamás hubiésemos imaginado.

Idealmente, al final del proceso del Omer, habrás vivido una travesía de crecimiento Espiritual y estarás listo para recibir la Torá y el Espíritu de santidad. La festividad para la que comenzamos a trabajar es llamada “Shavuot”, lo que significa “semanas”. El nombre mismo nos dice que sin las semanas de preparación de antemano, no hay Shavuot. Por lo que no sólo cuentes el Omer, ¡haz que el Omer cuente!